lunes, 5 de diciembre de 2011

Ocupación estadounidense de la República Dominicana (1916-1924)

Este artículo trata sobre la primera ocupación. Para la segunda ocupación, véase Ocupación estadounidense de la República Dominicana (1965-1966)
Ocupación estadounidense de la República Dominicana
Parte de la Guerras bananeras
Ocupacion-1916.jpg
Marines estadounidenses durante la ocupación.

Fecha1916-1924
LugarRepública Dominicana
ResultadoVictoria estadounidense
Beligerantes
Bandera de los 
Estados UnidosEstados UnidosBandera de la República 
Dominicana República Dominicana
Comandantes
US Naval Jack 45 stars.svg William B. Caperton
US Naval Jack 45 stars.svg Harry Shepard Knapp
Desiderio Arias
La primera ocupación estadounidense de la República Dominicana se produjo desde 1916 hasta 1924. Fue una de las numerosas intervenciones en América Latina realizada por las fuerzas militares estadounidense. El 3 de mayo de 1916, el contraalmirante William Banks Caperton obligó al Secretario de Guerra de la República Dominicana Desiderio Arias, quien había tomado el cargo en el gobierno de Juan Isidro Jimenes Pereyra, abandonar Santo Domingo con la amenaza de un bombardeo naval a la ciudad.


Ocupación.

Tres días después que Arias abandonara el país, el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos desembarcó y tomó el control del país dentro de dos meses, y en noviembre los Estados Unidos impuso un gobierno militar bajo el mando del contraalmirante Harry Shepard Knapp. Los marines restauraron el orden en la mayor parte de la república, con la excepción de la región oriental; el presupuesto del país fue equilibrado, su deuda había disminuido, y el crecimiento económico se reanudó; los proyectos de infraestructura produjo nuevas carreteras que unían todas las regiones del país por primera vez en su historia; una organización militar profesional, la Policía de la Guardia Dominicana o Guardia Nacional, sustituyó a las fuerzas partidistas que habían librado una lucha interminable por el poder.
La mayoría de los dominicanos, sin embargo, muy resentidos por la pérdida de su soberanía a manos de los extranjeros, algunos de los cuales hablaban español o que aparecían verdaderamente preocupados por el bienestar de la república. Un movimiento guerrillero contó con el apoyo considerable de la población en las provincias orientales El Seibo y San Pedro de Macorís. Teniendo mayor conocimiento del terreno local, lucharon contra la ocupación de los Estados Unidos desde 1917 hasta 1921. Las fuerzas navales estadounidenses mantuvieron el orden durante un período de crónica y amenazadora insurrección. En 1921, los gavilleros fueron aplastados por el poder aéreo superior, los ataques constantes y los métodos de contrainsurgencia de los militares de Estados Unidos.

 

3 comentarios:

  1. EL DIARIO, Santiago, 22 de Mayo de 1916

    Carta del Gral. Arias desde la victoria

    “los Americanos consiguieron que los secretarios de estado lo dejaran desembarcar por san jerónimo numerosas fuerzas y cañones, cosa que solicitaron de mi y no la obtuvieron porque yo me negué enérgicamente a hacerle toda la concesión que fuera desdorosa para nuestra soberanía de pueblo libre e independiente.
    Después de realizado el desembarque aludido, me envió el ministro americano y el contra almirante carpetown un ultimátum, por el cual me exigía la entrega de la ciudad y de todos los pertrechos de guerra que había en el parque militar. En su nota me significaron que si no accedía a sus pretensiones, hoy, lunes, día 15 de mayo, atacaría la ciudad y bombardearían la ciudad a pesar de ser indefensa. Yo no di contestación a su nota y estaba dispuesto a resistir hasta el último momento; pero el pueblo de la capital me pidió a los efectos dolorosos de un bombardeo y defiriendo a sus deseos, resolví entregarle la ciudad al h. ayuntamiento y salirme con todas las fuerzas que había en la plaza. Demás está decirle que saque con migo todas las armas y municiones que habían en el parque militar. Aquí me encuentro acompañado de los generales: Mauricio Jiménez, Cesáreo Jiménez y Luciano Castro, así como de numerosas fuerzas. La moral de mis tropas es excelente; con ellos estoy depuesto a nuestro prestigio y el brillo de nuestra institución. Confíen en que el triunfo será nuestro y tenga la seguridad de que todo el mundo está con nosotros por lo justa que es nuestra causa.
    Yo espero que el cibao entero y sobre todo la viril ciudad de Santiago se mantendrá a la altura del deber y darán una nota de patriotismo haciendo conocer su enérgica y vibrante protesta contra la intervención americana y contra los traidores que la solicitaron para honor del país.
    Aquí no pasa una hora sin que lleguen nuevos grupos de la capital con pertrechos y dispuestos a secundarnos en todo.
    Los velaquista hoy han sido desarmados y se han retirado a cambelen”.

    Gral. Desiderio Arias Álvarez

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  2. EL DIARIO Santiago 1 junio 1916!

    Llegada del Gral. Arias

    Anoche como a eso de las 8 pm dos oficiales perteneciente a las fuerzas del Gral. Desiderio Arias, anunciaron a las autoridades aquí que el Gral. Arias se encontraba ocupando su puesto con sus fuerzas en puñal, sección de esta común de Santiago.
    Acto seguido, grupos de amigos en autos, a caballos y a pie, se dirigieron a su encuentro.
    Siendo más o menos la una, entro a la ciudad dicho general, dejando las tropas al mando de los generales: Mauricio y Cesáreo Jiménez.
    Desde que llego el Gral. Arias a la ciudad ha sido objeto de demostraciones de afectos y numerosos amigos han ido a saludarle. Es de esperarse del reconocido patriotismo del Gral. Arias y de su nunca desmentida actividad, que con su dirección las operaciones militares contra el invasor insolente serán llevadas al triunfo más completo
    EL DIARIO le envía su cordial y respetuoso saludo de bienvenida.

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  3. Acto heroico Puerto Plata 1916

    Entre los patriotas dominicanos que defendían la fortaleza, brillo por su heroísmo el soldado raso José ortega apodado miguel. Antes de retirarse de la fortaleza solo quiso llevar la bandera nacional que flotaba en la comandancia y no obstante estar expuesto al fuego de las ametralladoras del vapor “sacramento” nada le intimido hasta llevar a cabo su heroica hazaña.
    Quede por siempre consignado en el libro el nombre de este heroico y preclaro hijo de la patria.

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